Como os comentaba hace algún tiempo en un post, en las ruedas de prensa que hemos organizado en los últimos años nos han pasado cosas curiosas, sorprendentes, divertidas….y algunas bastante comprometidas.
En esta que os avancé, cuando iba a dar comienzo la presentación de un equipo de complejísima tecnología que había llegado unos días antes a España y ya estaban en la sala todos los medios a los que habíamos convocado (las principales agencias de noticias, periódicos, revistas y tres televisiones), el prototipo ni siquiera se encendió…
¿Qué hicimos? Pues retrasamos unos minutos el inicio. Los técnicos hicieron más pruebas, abrieron el equipo (mientras los fotógrafos aprovechaban para hacer su trabajo y tomaban imágenes de las “entrañas” de la máquina), pero no había manera…Los periodistas miraban el reloj y nosotros cada vez más nerviosos.
Pensamos en posponer la rueda de prensa para otro día, pero la imagen de nuestro cliente no iba a salir muy bien parada, así que “tiramos” de nuestros recursos y cambiamos el formato de la presentación.
Primero proyectamos un vídeo en el que se veía el equipo funcionando y después de la intervención del gerente, en la que pidió mil disculpas por el imprevisto, el experto hizo una demostración echándole muchísima imaginación y “escenificó” un caso práctico, como si el sistema estuviera funcionando. Luego hubo un turno de preguntas.
Habíamos insistido a nuestro cliente (como lo hacemos siempre) en la importancia del dossier de prensa y el material de apoyo (documentación, imágenes….), y por eso habíamos hecho bastantes copias del vídeo, que pudimos distribuir luego a los periodistas.
El resultado fue excelente. Se publicó la noticia en muchos medios generalistas y especializados, algunos utilizando las fotografías que estaban en el dossier y otros las que sacaron de los técnicos revisando el equipo. Y las televisiones pudieron utilizar imágenes del vídeo que les facilitamos.