La identidad visual de una marca tiene muchísimo poder.

Seguro que todos recordamos a la perfección gran número de logotipos y eso es porque todos ellos tienen en común que:

  • son sencillos.
  • adecuados para su sector.
  • son logos memorables (suficientemente impactantes para que se recuerden).

Si decimos, por ejemplo, rojo y refresco o naranja y banca, sabéis perfectamente a qué empresas nos referimos, ya que la identidad visual es mucho más que un logo, entran en juego los colores (muy importantes), las tipografías… y todo aquello que ayuda a reconocer y diferenciar una marca de otra.

Para que ese reconocimiento sea efectivo es indispensable tener un Manual de Identidad Corporativa, un documento de uso interno y externo, que defina las normas que se deben seguir al utilizar el logo, las tipografías, los colores corporativos y que marque cómo serán las aplicaciones en los diferentes soportes: papelería, cartelería, uniformes,…

No es algo exclusivo de las grandes empresas, TODOS (también emprendedores y pymes) debemos contar con un Manual de Identidad Corporativa que será el guardián de nuestra imagen marca.